La liberación de oxitocina durante el parto y después del orgasmo ejerce un extraordinario bloqueo del estrés y nos llena de ternura
Podemos pensar como románticos, pero sentimos como seres vivos. El enamoramiento parte de un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral y se proyecta al sistema endocrino. Las feromonas, arropadas por sutiles mezclas de perfume, acaban excitando nuestras pasiones más bajas hasta que, consumado el orgasmo, aparece la oxitocina; con ella, esa profunda conciencia de pertenencia al otro y que, desde tiempos inmemoriales, hemos bautizado con la palabra amor.
Espiritu que vives en mi
deja ya de luchar contra tu destino
en que mar me vas a hundir
bajo que suelo yaceran mis huesos.
Como decirte que no
Como luchar con tus ojos de angel
rompiste el espejo es verdad
cortaste contacto con la ciudad
tiempo infinito y pasion
esperando resurrección
el alma se me hizo canción.
Ciego de amor, no puedo pensar
mis ojos no ven, mi boca no puede hablar
zombie de amor y la vida se va
por el mismo camino donde la viste llegar.
Espiritu que vives en mi
deja ya de luchar contra tu destino
Por favor.
No se como decirte que no
Como luchar con tus ojos de angel.
Tiempo infinito y pasion
esperando resurrección
el alma se me hizo canción.
Ciego de amor, no puedo pensar
mis ojos no ven, mi boca no puede hablar
zombie de amor y la vida se va
por el mismo camino donde la viste llegar
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